01 julio, 2016

La oportunidad de visitar Florencia


Hace poco tuve la oportunidad de visitar Florencia. 


Un domingo me encontre allí con Tommy y la recorrimos enterita en tan solo un día. Yo llegué primero y me paré en el punto de información que está enfrente de la estación. Allí me explicaron que al ser primer domingo del mes, los museos nacionales eran gratuitos y me mostraron los principales puntos de interés.

Fui directa a la Capille Medice donde había innumerables obras así como joyas de la familia Medice y del papado. 

Pase por la Piazza di San Lorenzo y me encontré con él en el Duomo, sin duda lo que más me ha impresionado por el momento de toda Italia. De verdad que mi reacción fue extraña porque no creía lo que veía. Sin embargo no se que fue exactamente lo que me impresionó, si su gran tamaño, los colores del mármol o la majestuosidad de la cúpula. 
Temprano ya había colas interminables y como íbamos algo cargados paramos en el hotel para dejar las cosas.
El primer lugar que visitamos fue la Galleria dall´Academia, donde pudimos ver el David de Michelangelo. Nunca hubiese imaginado que era tan grande y perfecto. De vuelta al Duomo o Cattedrale di Santa Maria di Fiore, nos dijeron que ya no se podía entrar así que decidimos subir los más de 400 escalones del campanario para poder ver las vistas de Florencia desde allí y aunque acabamos exhaustos mereció la pena.



Continuamos por la Piazza della Signaría, donde vimos el Palazzo Vecchio, pero el hambre ya acechaba así que fuimos directos a comer. Tomamos un risoto (lo cual sin duda no fue la idea más ligera para empezar con museos) y nos dirigimos a Musei degli Uffici. Pasemos durante un par de horas, con más de una risa que otra entre esculturas y otras obras de arte.




Después nos despedimos en Ponte Vecchio y anduve sola tranquilamente por las calles pasado el río Arno. Al llegar a Palazzo Pitti ya estaban cerrando así que me senté como tantos otros jóvenes a relajarme un poco y después callejeé hasta cruzar otro puente de nuevo para volver al hotel. Allí cogimos un taxi para ver las vistas de Florencia desde Piazzale Michelangelo al atardecer. La Plaza estaba repleta de gente y se respiraba muy buen ambiente. Anduvimos hasta Santa Croce y aunque estaba cerrada pudimos verla iluminada con la bella luz del crepúsculo. Pronto el cansancio del día hizo efectos así que apenas cenamos y caí rendida en la cama del hotel.

El lunes por la mañana tenía el tren a las 11 pero incluso me dio tiempo a recorrerla un poquito más. Lo primero que quería ir a ver era la catedral por dentro pero parecía cerrada así que le pregunté a los oficiales a qué hora abrían y cuánto antes debía esperar para hacer cola porque no había ninguno. Ellos muy amables me dijeron que me fuese a seguir paseando que luego me ayudarían. Así que eso hice. Miré las cosas que me quedaban en la lista y me dirigí hacia el Mercato Centrale, pasando por el Mercado de San Lorenzo, donde compré un par de souvenirs.


A la vuelta pude visitar la Biblioteca Medicea Laurenziana donde se conservan miles de manuscritos. Una de las cosas que más me gustó fue la escalera diseñada por Miguel Angel, diseñada a su vuelta a Florencia después de crear la Capilla Sixtina. "Veramente bella"!!
Cuando volví a la catedral ya no estaban los mismos oficiales, pero me dejaron entrar saltándome la cola en cuanto les conté lo que me habían dicho los anteriores. Por dentro he de decir que no me impresionó tanto como esperaba. La encontré bastante vacía así que me apresuré para poder pararme otra vez a admirarla desde fuera antes de volver a la estación. Y la vuelta en tren como siempre fue un viaje en el que soñaba despierta todo lo que había visto...



Hasta la próxima Florencia!


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