28 enero, 2015

Escapada a San Francisco

Nada más terminar las presentaciones subimos a terminar las maletas y bajamos a la parada de bus que teníamos enfrente de la universidad. Cogimos un bus hasta Riverside Downtown donde nos montamos en un tren hasta L.A Union Station. Llegamos para la hora de cenar e hicimos tiempo en el Denny's hasta que salía nuestro autobús dirección San Francisco.
 Pasamos toda la noche en el autobús; algunos conseguimos dormir, otros estuvieron con el wifi, pero todos pasamos algo de frío. Por eso en cuanto llegamos fuimos directos al Starbucks a calentarnos un poco mientras amanecía.
Caminamos dirección al hotel y no lo pasamos muy bien por el ambiente que había. Al menos éramos un grupo grande de once personas y con las prisas no tardamos mucho en llegar al hotel. No teníamos muchas expectativas de éste teniendo en cuenta que nos habíamos cogido el más barato del centro. Sin embargo por el mismo precio el hotel de Las Vegas había estado mucho mejor. Tras hacer el check-in desayunamos unos donuts que nos ofreció el dueño mientras que nos explicaba como llegar al Golden Gate. 
De camino nos encontramos con unos españoles que también iban al mismo sitio. Conseguimos ver una vista panorámica preciosa con la suerte de tener el cielo totalmente despejado. Además fuimos andando por el propio puente desde el que se podía ver la ciudad y la isla de Alcatraz. Volvimos a coger un bus que nos dejó en el embarcadero. Fuimos al Pier 33, donde se compraban las entradas para visitar Alcatraz pero algo nos tenía que salir mal... No quedaban entradas para el sábado ni para el domingo.
Decepcionados nos fuimos a dar una vuelta y nos encontramos con algunos españoles de nuestro programa que habían ido hasta SF en coche y que se habían enterado de que si madrugábamos al día siguiente podíamos conseguir los tickets. Ya con hambre fuimos en busca de un In N' Out, un restaurante característico de California al que nos habían recomendado ir. Resultó ser un Mc Donald's 2 pero con el sol pegando en la terraza y el hambre que teníamos aquello parecía el cielo. Al terminar caminamos por Fisherman´s Wharf, donde se encontraban la mayoría de tiendas. 

Entramos en una tienda de chuches enorme y mientras dabamos vueltas vi como a un dependiente se le quedó fuera de la tapa un osito de chuche al estar reponiendo. Tonta de mi fui y lo cogí. Digo tonta no por haberlo cogido de la tapa sino porque a los tres segundos estaba saliendo de la tienda corriendo para escupirlo. Resultaba ser de canela con alguna especia pero con la pinta que tenia cualquiera diría que estaba tan malo (intenté tragarmelo pero de verdad que no os hacéis una idea de lo malo que estaba…) Seguro que al leerlo pensáis "que anécdota mas rara" pero es que se que no se me va a olvidar en la vida. Después seguimos caminando hasta volver al pier 33 parándonos en el 39 que es donde estaban los leones marinos. Yo me obsesioné con un pato al que le puse el nombre de pato nadador y nos echamos unas risas.

Preguntamos si era cierto si teníamos una mínima posibilidad para comprar entradas al día siguiente. Nos dijeron que si así que decidimos intentarlo. Como íbamos a tener que madrugar bastante intentamos volver pronto. Caminando de vuelta nos encontramos por casualidad con unas escaleras interminables que acabaron siendo las famosas "Filbert Steps"y que llegaban al Coit Tower donde había unas vistas del atardecer preciosas.
Pasamos también por China Town y Union Square hasta llegar a nuestra calle. Con toda la jeta del mundo fuimos a pedir a recepción que si podíamos tener donuts a las 5 de la mañana del día siguiente en vez de a las 7 y nos dijeron que no estarían disponibles pero que nos darían los del sábado. Antes de subir a las habitaciones a cenar aprovechamos y nos tomamos un par de ellos más. Nada mas terminar de cenar fui a la cama directa y cai rendida. 

El despertador sonó algo antes de las 5 y pronto estábamos en marcha. El Uber no funcionó así que cogimos taxis. Cuando llegamos allí ya estaba el otro grupo de españoles esperando.
Al estar en el puerto y apunto de amanecer, pasamos mucho frío, intentando taparnos con una bufanda como manta. Sin embargo lo conseguimos y nuestro consuelo fue un chocolate caliente al lado del puerto. Estuvimos toda la mañana en la isla de Alcatraz. Yo era de las menos entusiasmadas en hacer esta excursión pero me impresionó muchísimo. Nos dieron unos cascos nada mas entrar y nos fueron contando toda la historia. Se hizo más interesante de lo que hubiese podido ser ver una cárcel llena de verjas y camas viejas. 

Al terminar quisimos seguir aprovechando el día así que cogimos un bus hasta el City Hall, paseamos por el parque y volvimos a coger otro bus para ver Alamo Square. Fuimos a por comida y volvimos a las colinas donde pegaba mucho el sol y en seguida estábamos en camiseta corta asándonos de calor. Rocio, una de mis amigas del programa se había ido con unos familiares y volvía hoy así que contactamos con ella y quedamos en el parque del Golden Gate. Había unos jardines  decorados de diferentes motivos pero nos dijeron que todos costaban dinero y que no merecía mucho la pena (además de que estábamos todos ya un poco pelados de dinero). Extraña casualidad este consejo nos lo dio el grupo de profesores españoles que nos habíamos encontrado en el  bus el día anterior. 

Por ello decidimos dirigirnos por el parque hacia el barrio hippie. Paramos a por unos cafés y estuvimos dando vueltas y mirando tiendas hasta que anocheció y cogimos un bus porque el ambiente era cada vez peor. Es una de las cosas que más me extrañó. Acostumbrada a dar desayunos los domingos en Madrid a gente que está en la calle y que la gente te responda con respuestas normalmente amables y que te lo agradezcan enormemente, tuve el presentimiento de que aquí la gente no era igual y me di cuenta de la suerte que tenemos los de Apumak. Quizá fuese un prejuicio pero ni las miradas ni los comentarios te hacían sentir seguro. 

A todo esto eran aun las 6 y no sabíamos que hacer. Tirados del cansancio en la recepción del hotel volvimos a pedir donuts ya tomándonoslo a coña. Una hora después fuimos al centro comercial que teníamos al lado pero ya era un poco tarde y la mayoría de las cosas estaban cerradas. Después de dar una vuelta fuimos a cenar y volvimos al hotel para coger las maletas. Estábamos pensando coger un taxi a la estación pero volvimos  coger un bus. Nos aprovechamos un poco los dos días porque se pagaba un ticket y te daban unas horas según lo largo que fuese el ticket. Lo que hicimos durante los dos días fue pasar rápido sin a penas enseñarlo. Así que nos movimos por San Francisco con tan solo dos tickets y una gran parte andando. Merece mucho ver las calles y el ambiente así que totalmente recomendable no coger coche. Así que si, me marché totalmente enamorada de esta ciudad.


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