12 diciembre, 2014

A magical opportunity

Menos de un mes y ya estare lejos, muy lejos. Creo que todavia no me he hecho a la idea de lo que supone este viaje. 

Hace un par de meses lei sobre un programa en Estados Unidos que tenia mi universidad. El programa se llamaba "A magical opportunity" y te permitía estudiar en la Universidad de California a la vez que tenias practicas remuneradas en Disneyworld, Florida. Como ya saben la mayoria de personas que me conocen, soy un culo inquieto y era una experiencia que no podia dejar pasar. Asi que me presenté y fui pasando las pruebas. Hace algo mas de un mes recibí un correo en el cual me decían que había sido escogida. No os exagero cuando os digo que lloré al verlo.  

Tras un mes de papeleo ya he obtenido mi visado y estoy ansiosa por terminar los examenes y prepararme para lo que me espere allí. 

Se que va a ser un cambio, un cambio algo duro, pero he corrido el riesgo y pienso aprovechar todo lo que pueda y hacer de este viaje una experiencia. Porque se que los viajes son lección de vida, y el hecho de trabajar, vivir sola y en un país que no es el mío no va a ser fácil ni por asomo. Se que ademas voy a echar de menos a personas que estoy acostumbrada a tener al lado o al menos a una llamada telefónica.
Es por esto que creo que le tengo miedo al cambio, porque se que cuando vuelva habrá cosas que no serán lo mismo. Sin embargo las cosas que importan jamás perderán su brillo.



24 mayo, 2014

We could call it genocide

El pasado lunes asistí al Cinefórum de "Fire in the blood" (Trailer- https://www.youtube.com/watch?v=1ZG6xPUMBkA) en la Casa Encendida.
Me pareció un documental muy interesante que trataba un tema del que muchos no tenemos conocimiento alguno.

Miles de personas mueren a causa de los inasequibles precios de los medicamentos. Digo miles, pero podría decir millones. ¿No podríamos hablar entonces de genocidio?
Hoy en día existe una lucha para que los medicamentos genéricos sean alcanzables a todo el mundo. Pero esto empezó hace mucho, incluso antes de que yo naciese.

Como muchos sabréis el VIH o comúnmente conocido como sida se ha llevado ya un montón de vidas y continua haciéndolo. Y en este caso se centra el documental.

Se empezó a vender a partir de 1985 y le concedieron una patente de 20 años. Esto quiere decir que no podía ser comercializada ni tampoco fabricada por otra marca. Para 2005 desarrollaron otro medicamento, con su respectiva patente, alegando que el otro no era del todo eficaz si no se administraba también el segundo.
A esto había que sumarle el elevado precio de los tratamientos, que se encontraba alrededor de 10.000 euros al año por paciente. Pocos podrían permitirselo, y más teniendo en cuenta que dos tercios de la población con VIH se encontraba (y sigue haciéndolo) en el continente africano.


Zackie Achmat, un sudafricano activista de la defensa de los derechos humanos contrajo el VIH. Cuando le propusieron comenzar con el tratamiento antirretroviral se negó diciendo que no lo haría hasta que estuviese al alcance de Africa, Asia, Sudamerica y los pobres de Norteamerica y Europa. Gracias a la lucha de muchos como él se consiguió que el tratamiento
 bajara de precio a 150 dólares. A pesar de ello, siguen muriendo personas con sida que no pueden permitírselo.

No puedo lograr pensar cuantas personas han podido morir por esta injusticia, que comenzó hace casi 30 años…


Last Monday I went to La Casa Encendida to watch a documentary called "Fire in the blood". It was so interesting that I decided to write about it.

Thousands of people die because of the unaffordable prices of drugs. I say thousands, but I could say millions. Shouldn´t we talk about genocide then?
Nowadays the struggle to make drugs achievable for everyone is a real problem. But the fight begun a long time ago, even before I was born. 

As you may know, HIV or commonly called AIDS has taken with it tons of lives and it is still doing it. The documentary talks about AIDS mainly. 

It was sold for the first time in 1985 and they granted a patent for 20 years. This means that no other brand could sell it or even produce it. In 2005, when the patent finished, they had already made a new drug. Then they alleged that the first one wash´t absolutely effective therefore they would need to combine both. 
Besides, we should add that the prices were extremely high. The treatment was about 15.000 dollars per person a year. Only a few were able to afford that, considering that two-thirds of the population that had HIV was (and still is) in Africa.

Zackie Achmat, a South African human rights activist got AIDS. When they proposed him to take the antiretroviral treatment he refused to do it until it was affordable for Africa, Asia, South America and the poor people of Europe and North America. Thanks to the struggle of many people like him the treatment dropped the price to 300 dollars per person a year. Nevertheless, there are people who have VIH that are still dying because they can´t afford it. 

I can´t bear to think how many people must have died for this injustice that begun 30 years ago. 

The only people who can change the world are people who want to. And not everybody does
Every great dream begins with a dreamer