31 marzo, 2015

Spring Break Time

Me pase el resto del fin de semana trabajando. El sábado fui después de hacer la compra y el domingo hice horas extra porque no dábamos a basto. Hubo más de 400 check-in y era hacer uno después de otro sin parar. En un momento de máximo estrés el manager me llamo para que fuese con él al back-office. Asustada me pregunté que habría hecho mal. En vez de eso, me dio una tarjeta y me agradeció el duro trabajo que estaba haciendo. Al parecer una familia había contactado con él para hablarle sobre mi. No pude sentirme más orgullosa y me alegró el resto de la tarde. 

Los siguientes días me los pase en el gym y la piscina ya que ha mejorado un montón el tiempo y estamos ya a 28 grados todos los días. Hubo alguna que otra fiesta. Por desgracia una fue de despedida. Uno de los españoles, Yaser, había sido expulsado por no atender las clases. Estamos aquí con visado de estudiante y al no ir se lo anularon y no le dejaron quedarse ni un día mas aquí. Pero no ha sido el único, un grupo de unos 12 estudiantes, americanos y australianos, también han sido expulsados esta semana porque los de la seguridad de la residencia les pillaron en un apartamento de menores bebiendo. No se les dio opción a ninguno, incluidos los mayores de 21 y los que no bebían. Hay veces que me pone negra lo estrictos que son con las cosas pero supongo que las reglas son las reglas. 
También hay que decir que yo tuve problemas con el registro de mi asignatura desde el principio, que no me ayudaron ni en la Universidad de California ni en Disney, y que tuve que ponerme a punto de llorar para que me hiciesen caso y me metiesen en una clase. El jueves fue mi dia libre pero no hice mucho mas que dormir y hacer la compra. Bueno, fui a correos y envié unas postales y un regalo para mi padre. 

El viernes, casualmente 13 y cumple de mi padre alias papuchi y al que echo un montón de menos, fue un dia eterno. Tuvimos problemas con el sistema durante toda la tarde, lo que hizo que tuviesemos que realizar los checkins a mano. Parecia una pesadilla pero extrañamente los guests fueron más comprensivos y atentos de lo normal. Me extendieron hasta las 5 y media aunque finalmente estuve hasta las 5 y me llevaron a casa. Los dos siguientes días fueron normales excepto porque cogí un pago de 10.000 dolares. Resulta que llegó una familia britanica al front desk, empiezo, todo normal, y cuando llego a la factura aparece que tienen una deuda de casi 10.000 dolares. Acostumbrada a que no haya deuda porque los miembros pagan con puntos en los dos resorts en los que trabajo, me reia con mi compañera y hacia la broma de poner cara de asombrada cuando el guest se dio la vuelta a hablar con su mujer que estaba apartada. De repente, vuelve con dos tacos de billetes. No me podía creer que fuese a pagar con cash... Fui directamente a Mary Beth, una de las FSA para pedirle ayuda, no sabia si reir o llorar. Contamos juntas todo el dinero y finalmente termine el check in. Cuando volvi al back office aplaudia todo el mundo preguntandome que si de verdad habia cogido un pago de 10.000 dolares. Fue divertido hasta que llego el papeleo, pero esa ya es otra historia.  Lo importante es que porfin llegaron mis dias libres. 
Pase dos dias fanstasticos con mi familia americana, los Cook, que habian venido a Disney aprovechando los descuentos en el hotel y las entradas gratis que les proporcione.
El lunes fuimos a Blizzard Beach por la mañana y terminamos en Epcot, montandonos en algunas atracciones y cenando en el pabellón de Mexico. De ahí me quede a dormir con ellos en el Fort Wilderness en una de las cabañas. Me encantó porque dotaba de toda la intimidad del mundo y a la vez era muy acogedor. Shannon preparó un desayuno de 10 mientras que yo le hice una entrevista a Steve para una de mis asignaturas y luego fuimos directos a Animal Kingdom. 
La tarde la pasamos en  Hollywood Studios y por fin aprendi a ulitilzar la aplicación para los Fast Pass así que ahorramos bastante tiempo. Como siempre la despedida fue triste pero me quedaba la esperanza de que les vería pronto. 
El resto de la semana me la pase trabajando. No me dieron días libres hasta el viernes siguiente así que no hice mucho más que ir al gimnasio, a la piscina y a la compra. El viernes cogí un turno en All Star Sports, uno de los Value Resort de Disney, y como se notaba… Las colas eran mucho más largas y no se les daba el mismo trato ni los mismos privilegios como por ejemplo, bell services abierto 24 horas y con posibilidad de llevarte a tu habitación. La verdad es que no fue de mis mejores días. Estaba agotada después de haber tenido clase por la mañana, me extendieron y acepté porque la manager me dijo que me proporcionaría un taxi para volver. Cuando ya he terminado y recogido me pregunta que cuanto le faltaba el autobús. Casi me pongo a llorar del ataque… Era casi la una de la mañana, el bus tardaría otra hora en llegar a mi apartamento y al día siguiente tenia un turno de mañana. Entonces me dijo que en realidad no sabia como rellenar el papeleo para el taxi. No me lo podía creer. Cuando otra compañera lo relleno y llamo al taxi fui a esperarlo a la entrada. A los 10 minutos apareció mi autobús y decidí cogerlo y no gastar ni un solo minuto más allí. Aunque todo suene horrible, aquel día ocurrió algo especial. Y es que al hacer el check-in a una familia me preguntaron que que tenían que hacer para a los dos días trasladarse a Old Key West. Les conté que yo trabajaba ahí y que allí les esperaba. Les hizo mucha ilusión y me apunte el apellido para acordarme el domingo y estar pendiente.

Sin embargo cuando llegó el domingo no encontraba el papel con el apellido y por mucho que me fije no les ví. Me dio mucha pena. Pasaron otro par de días y el miércoles apareció un hombre que me saludó algo más amablemente de lo normal. Al rato me preguntó que si me acordaba de él, que era uno de los miembros de la familia Blalock, del All Star Sports. Al rato llamó a su nieto y me preguntó que tal estaba. Les comenté que había intentado buscarles y que pensaba que ya se habrían marchado. Les deseé una buena noche y justo cuando estaba a punto de terminar mi turno, cerca de las doce, apareció toda la familia. Habían venido al front desk solo para verme y hacerse una foto conmigo. La madre además me agradeció el trato que les había dado, que gracias a mi habían empezado todos las vacaciones con muchas ganas y una enorme sonrisa. Se me saltaban las lágrimas al volver a casa y el simple hecho de pensarlo no podía ser más gratificante.

 


Al día siguiente apareció un hombre que me preguntó de donde era y como había llegado allí. Acabamos más de media hora hablando sobre nuestras vidas y al final también me hicieron una foto con su familia. Se extendió tanto porque era curbside aquel día y no tenía la obligación de hacer un check-in detrás de otro. Se sorprendió mucho al saber que solo tenía 19 años y me animó a seguir viajando y conociendo mundo. Un poco de motivación nunca viene mal.

 



Otra cosa que se ha pasado contar fue la experiencia que tuvimos en uno de los restaurantes de Downtown Disney. Mi padre es un excelente cocinero, por lo que cada vez que salimos a restaurantes en Madrid me da rabia pagar tanto dinero por comida que no suele ser mejor que la que él cocina. Es por eso que tengo el hábito de cocinar lo que puedo, no comer congelados y tampoco comer fuera. Pero hay que destacar que esta vez mereció la pena. El restaurante era caro pero la comida fue excelente. El ambiente con música como si fuese un karaoke era único y la ocasión lo merecía.

El cumpleaños de Haruka había sido hacía unos días así que decidimos hacer lo que a ella le apeteciese. Le pedimos a uno de los camareros que pusiese una felicitación en una de las pantallas y la bomba antigimnasio de helado, brownie nata y toppings vino acompañada de velas lo que le hizo mucha ilusión. 

Y así es como esta pasando el Spring Break. Paro aquí porque la aventura de este último fin de semana merece una entrada para ella sola. Algunos ya sabréis de que va la cosa y los que no pronto os enterareis!

13 marzo, 2015

Vacaciones de película

Parece mentira que ya hayan terminado los cinco días  que he pasado con Alexis, Shannon (su madre), Carmen (su amiga) y Cole (su primo). Es increíble como ha pasado el tiempo y más con estas personitas que han hecho que mis vacaciones hayan sido las mejores del mundo, aunque como siempre, cortas. 


El pasado lunes termine las maletas y me prepare para salir. La estación de autobús estaba lejos así que no estaba segura de coger un taxi. Me descargué la aplicación de Uber y cuando estaba preparada para salir me empezó a dar problemas con la tarjeta de crédito de Disney. La de España ni la escaseaba así que estaba en un buen lio. Por suerte un amigo mío americano, Jarett, tenía el día libre y por casualidad estaba hablando con el así que le suplique que me llevase. Salimos a las nueve y el bus salía a las 22:15 por lo que ya íbamos justos. Empezamos a hacer bromas mientras el gps nos llevaba a la calle donde se suponía que estaba la estación, teniendo la mala suerte de que había dos calles con el mismo nombre y para cuando nos quisimos dar cuenta nos encontrábamos en la otra punta de la ciudad y en media hora se iba el autobús. Con los nervios a flor de piel y pasando el limite de velocidad por bastantes kilómetros llegamos a las 22:18. No me lo podía creer. Cuando entre pregunté donde era el bus a Daytona y me señalaron una de las puertas. No se si fueron los nervios o que pero no podía ni abrirla. Los de seguridad la abrieron y cuando me fueron a preguntar salí corriendo detrás del autobús que estaba arrancando. Corrieron detrás de mi gritando que parase pero llegué hasta la parte de delante del autobús, suplicando que me esperase. Me abrió la puerta y cuando creía que ya estaba a salvo me pidió el ticket. Solo tenía un numero de reserva así que tuve que volver a la estación para imprimir el ticket. Al final lo conseguí y me quedé frita de camino a Daytona. Bajar del autobús y ver a Alexis con Shannon y Carmen no me pudo aliviar más. Daba igual donde estuviese, me sentía como en casa. 

Cuando llegamos al hotel me di cuenta de que estaba todo cubierto de niebla. A alexis y a carmen se les ocurrio la loca idea de bañarse en el mar, corriendo a ciegas como si no hubiese mañana. Luego toco sesion de jacuzzi a 40 grados para compensar. 

A la mañana siguiente fuimos directas a la playa. Hacia calor pero el aire suficiente para que hubiese la temperatura perfecta. La suite tenía cocina asi que preparamos algo rapido y volvimos a la playa hasta que anochecio y subimos a arreglarnos para hacer algunas fotos al atardecer. 

Después fuimos a cenar algo para ir directos al Ocean Deck, el club al que nos tocaba ir esa noche. Y digo tocaba porque mientras que estábamos en la playa una mujer nos vendió unos pases vip con los cuales podíamos entrar en una discoteca cada día de la semana a cierta hora. Al principio no estábamos seguros de si comprarlos o no pero luego merecio la pena. La mayoría de gente tenia los pases con lo cual nos encontramos con una cola enorme al llegar que conseguimos esquivar y por lo tanto entrar gratis. El sitio era genial; tenia una sala la cual daba a una parte de playa precintada en la que había un montón de gente. No paramos de bailar y de reirnos. Estábamos siempre rodeadas de gente por Alexis que parecia bailarina profesional y por su madre, que llamaba la atencion entre todo el mundo. Cuando Alexis me dijo que su madre le habia dicho que ibamos a salir en Daytona pense que se referia a nosotras pero no pudo ser mejor porque es divertida y todo el mundo la adora. 

Precisamente el miercoles era su cumpleaños. Alexis y yo queriamos despertarnos antes de que ella y traerle el desayuno pero en medio de mis sueños oi su voz y supe que se habría despertado antes de lo previsto. Sin embargo no nos quito la intencion de la cabeza asi que mientras dormia en la playa por la mañana fuimos a por ensaladas y montamos un minipicnic con musica en la playa. 

Por la tarde empezó a hacer frio rápido así que fuimos a hacer la compra y volvimos para cenar y arreglarnos. Cuando llegamos Cole ya estaba alli. Carmen preparo un salmón al horno de chuparse los dedos y le pedimos que al dia siguiente lo volviese hacer. Esa noche tocaba . Era una pasada de local, la música volvió a encantarnos y nos hicimos amigas de un grupo de chicos que eran del mismo equipo de fútbol. Uno de ellos, Cesar, era mexicano y no parábamos de emocionarnos la rara vez que sonaba una canción en español. Fue extraño porque me dio la sensación que le conocía de toda la vida. La mayoría se cansaron pronto y se volvieron pero Cole, Cesar y yo nos quedamos. Regresamos juntos y nos dimos cuenta de que ellos estaban en el hotel de al lado nuestro.  

El jueves volví a despertarme pronto para hacer una redacción que tenia que presentar para la UCR y en cuanto termine baje a la playa. Dormi durante horas despertándome de vez en cuando para ponerme crema pero aun así me queme. Alexis y su madre se fueron a ver a sus abuelos y volvieron a la hora de la comida. Por la tarde nos pusimos a hacer un videoclip de esos que llevamos haciendo Alexis y yo desde que nos conocimos y nos encontramos con los chicos de la noche anterior que nos ayudaron a terminar el video. Volvimos a ducharnos y vimos divergente mientras volvíamos a tomar el riquísimo salmón que Carmen preparó. Nos arreglamos para la última noche y no bajo nada el listón porque el sitio era genial y volvimos a bailar como nadie.

A la mañana siguiente podéis imaginaros lo cansados que estábamos despertadonos a las 7 para hacer maletas y salir. Alexis y carmen fueron en el coche de Shannon y yo en el deportivo de Cole. Fue una pasada ir desde Daytona hasta Orlando con el y se nos pasó volando.
Nada mas llegar fuimos a mi apartamento para dejar las cosas y coger la tarjeta con los pases gratis para ellos. Al llegar a animal kingdom nos dimos cuenta de que necesitaba las 3 tarjetas para las 3 personas que podia pasar por dia, cuando yo pensaba que cada tarjeta tenia 3 pases. Volvimos a mi apartamento a por ellos pero no tardamos mucho y las atracciones en Animal Kingdom apenas tenían cola ese día. Comimos en el coche entre viaje y viaje lo que habíamos comprado en Panera ( si, por fin pude comer pan normal) y nos dirigimos a Hollywood Studios. En este si que había colas enormes. 


Esperamos una hora para Rock N Roller Coaster y casi dos para The Tower of Terror pero merecieron la pena y mientras jugamos al juego de crear una historia entre todos y se nos hizo mas corta la espera. Por último asistimos al espectaculo de Fantasmic, que ya habia visto pero que es una de esas cosas que no te cansas de ver. Después nos recogió Shannon, que se había ido a arreglar el hotel para quedar con una amiga de la universidad que casualmente vivía en Orlando. La dejamos con ella y nos llevamos el coche a Magic Kingdom para terminar el dia. Cogimos FastPass para Thunder Mountain y mientras esperábamos a ver el espectáculo de Wishes fuimos a Tomorrowland a bailar con los personajes de Los Increíbles. Nos encontramos con Adrien que salia de trabajar y vimos Wishes. Que tampoco les decepcionó aunque duró menos que otras veces. Nada mas terminar fuimos a Thunder Moutain y  a Piratas del Caribe y corrimos después de punta a punta del parque para montarnos en Space Mountain. Con las atracciones ya cerradas fuimos a ver a uno de mis amigos españoles, que trabajaba en la tienda que cerraba más tarde en Main Street: Emporium. Empezamos a probarnos vestidos de princesas y hacer el tonto por la tienda.  Les había organizado más o menos el plan del dia para poder ver lo máximo posible y montar en las mejores atracciones y así fue. Nos fuimos agotados a casa y con la sonrisa tonta en la cara sin creernos todo lo que habíamos hecho, toda la gente increíble que habíamos conocido y todos los lugares mágicos que habíamos visitado en cuatro días. De película. 



03 marzo, 2015

Las aventuras continúan

El miércoles estaba cansadísima así que poco más hice que hacer los deberes y descansar. La noche anterior habíamos salido al party bus. Era la primera vez que lo cogía, ya bien porque al principio estaba escasa de dinero o porque mis horarios no eran muy propicios a salir por la noche el día anterior.

La verdad es que no me convenció mucho. Se trata de uno o varios buses que pasan por las residencias de estudiantes y recogen a aquellos que quieren ir de fiesta esa noche. Ya sea por días libres o por horarios de por la tarde, aquí hay gente que quiere salir todos los días de la semana, 365 días al año.
El bus suele costar 10 o 15 dólares, con lo que acaba siendo más caro que al propia fiesta que cuesta 5 dólares normalmente. Para empeorar las cosas, la fiesta suele terminar muy muy pronto, y más teniendo en cuenta nuestras costumbres españolas… La de éste día termino a las 6 pero porque el bus se estropeó o algo así. Por lo normal a las 3 máximo ya estas de vuelta con lo que hay que arreglarse y salir mucho más pronto de lo que estamos acostumbrados. La fiesta en sí no merecía mucho la pena, estaba muy lejos, en una casa pequeña y hasta los topes de gente pero se volvió una locura de un momento a otro. La gente subida en la mesa de billar, en el jacuzzi de en medio del salón con ropa, y paremos de contar. 

El jueves fue un día terrible. Podría mentir o no hablar sobre ello, pero igual que cuento todo lo bueno, también lo voy a hacer con lo malo. Para empezar, llegaba tarde. Se me olvidó el nametag, sin el cual no podemos trabajar así que volví y perdí el bus. El siguiente me dejaba en la parada del hotel dos minutos antes de mi hora pero sabía que no le iba a dar tiempo.

Cuando metí las manos en el bolsillo se me cayó el cielo encima. Tenía las bank keys, las llaves con las que guardas, cierras y cuentas el banco que tienes cada día en los resort. Se van rotando cada día y cada turno por lo que las llaves tienen que permanecer en el hotel y no siempre tienes las mismas. Ya me habían avisado de que tuviese cuidado porque perderlas o no devolverlas el mismo día era un tema muy grave, al igual que si faltaba dinero. Asustadísima y con los problemas a la vuelta de la esquina decidí llamar desde seguridad de Chatham al número que tenía de mis resorts y contar lo ocurrido. Me saltó un contestador así que no me quede mucho más agusto. Cuando llegué se lo dije a una de las mujeres que trabajaban en front desk y al verlas me dijo que no dijese nada y me olvidase. Fue entonces cuando me di cuenta de que las llaves que tenía eran de una de las taquillas y no de un banco. Al final no fue grave pero el susto que me llevé fue grande. Algunos podrían pensar que no era tanto problema, que como iban a darse cuenta de que me tocaba devolverlas a mi o que como las habría confundido y es que resulta que las llaves tienen todas la misma apariencia y se guardan en una especie de caja inteligente para la cual necesitas acceso con tu tarjeta y queda todo registrado. Como siempre, el control al milímetro de Disney…

Pensando que no podía pasar nada peor, no se me ocurrió otra cosa que dejar las llaves de la taquilla en el bolso y cerrarla. Tuve que esperar a que viniese la manager horas más tarde para poder tener mis cosas fuera. 

Para animarme un poco, al salir del trabajo me duche, me arreglé y fui con unos amigos a la fiesta que hacían en Chatham pero hacía mucho frío así que pronto nos volvimos. Nos inflamos a doritos y quedamos en casa de Rocio viendo Frozen hasta quedarnos dormidos. 

Los dos días siguientes tuve descanso. 
El viernes desafortunadamente antes de disfrutar de la tarde en Magic Kingdom visitando Adventureland y viendo la cabalgata tuve que ir a clase. Una cosa compensó a la otra
 El sábado fue un dia de descanso. Como llevo haciendo desde que he llegado, me gaste básicamente casi todo mi salario en el Walmart entre comida, teléfono una cosa y otra. Sin embargo por fin tocó otra cena decente con Roberto y Adrien. 

Los siguientes dias se basaron en trabajar unas horas, volver a casa, cenar y ver peliculas Disney. Hace poco lo hablamos porque nos hizo gracia que coincidiésemos en que no habíamos visto pelis Disney desde tiempos inmemoriales y ahora de repente teníamos ganas de verlas todas. 
El trabajo, como dije ya en post anteriores, me encanta, y pronto publicare una entrada sobre algunas experiencias que he tenido, algunas buenas y otras no tan buenas en las me dan ganas de sacar de nuevo la etiqueta de "earning my ears" y decir que soy nueva para salir corriendo. 

El único día algo diferente fue el lunes. Esta semana me he cogido varios turnos de otras personas para compensar la semana de vacaciones que tengo dentro de poco. Así que el día que me quedaba libre era el lunes. Después de las lluvias tropicales y el frío nórdico que hemos tenido por fin empezó a hacer calor, sol y conseguimos ponernos esa ropa de verano que tanto estábamos deseando ponernos. 
Pase el día en Hollywood Studios con Adrien y conseguimos montarnos en Rock ´N´ Roller coster y algunas más sin esperar mucho gracias a los Fast Pass. Al atardecer fuimos directos a la entrada del espectáculo Fantasmic para conseguir sitios (yo ya había ido otro día y no había conseguido entrar por aforo completo). Mientras que caminábamos Adrien me iba comiendo la cabeza de que tenia que probar el Cookie Ice Cream Sandwich. Antes de entrar fuimos a comprarlo pero una de las dependientas nos puso en el ticket un helado, que costaba poco mas y no era lo que queríamos. Se los dijimos y nos lo fue a cambiar pero la tiquismiquis de mi no se podía quedar a gusto. Le dije que no era el mismo precio señalando el cartel y me dijo que tenia que añadir las taxes, pero no tenia nada que ver. Cada uno tenia su precio y sus taxes así que intente explicárselo. La pobre chica que tenia un montón de lío y no me entendía acabó dándonos lo que habíamos pedido y el helado de regalo. Adrien se partía de risa y me decía que tenia que quejarme mas a menudo y que le enseñase. 
Tan ilusionados como niños pequeños fuimos con nuestros helados a Fantasmic. Me encantó y me recordó como Disney no para de crear momentos mágicos para todos.  
 Ademas de trabajar, durante los siguientes tres dias por fin consegui ir al gimnasio. 
En verano me habia dejado las deportivas en Nueva York asi que en vez de traerme unas decidi esperar a que Alexis me las enviase (puede que un poco mala idea porque el único deporte que había conseguido hacer hasta ahora eran unos ejercicios básicos de abdominales en casa).


A partir del jueves digamos que volvi a la aventura. No se si fue el gimnasio que me animo o que pero se me ocurrio la loca idea de salir esa noche. Habia una paint glow party y no me la podia perder. Acabamos hasta las cejas de pintura pero no nos lo pudimos pasar mejor. Habia ambientazo y la musica era buena. 
El problema fue llegar a casa y ducharse para quitarse toda la pintura que teniamos, ademas de las pocas horas que iba a dormir. Tuve clase a las 8 y media y como era de suponer, muchos se quedaron dormidos. Al volver comi y me eche una pequeña siesta. 
Por la tarde fui directa al Wilderness Lodge, el hotel donde pensaba que había cogido un turno de otra chica. Llegué alli y tras haberme puesto el costume me dijeron que no era alli donde tenia el turno, sino en el Fort Wilderness. Mi cara de pánico no podria haber sido peor. El manager cogio una caravana y me llevo al otro sitio para coger un costume diferente. Estaba ya cerrado asi que tuvimos que esperar. Al menos fui con tiempo por lo que me dio para llegar 5 minutos antes de mi hora. Me dieron un pase para coger un taxi a la vuelta porque resulta que los buses que tenemos para los College Program no pasaban por este Resort. Pero las cosas no paraban de empeorar... Las reservas eran mas difíciles porque algunas incluían el alquiler de carritos de golf y mucha gente pagaba con cash, cosa que en los mios no estoy acostumbrada porque los miembros utilizan sus puntos para pagar por la habitación. Al final supe desenvolverme, conocí a un hombre muy curioso que me dio conversación durante todo mi descanso y a medida que se acercaba la noche tuvimos menos lio, pidieron pizza y brownie y estuve en el backoffice descansando. Sin embargo a las dos y media, hora que tenia para irme, haciendo el bank out (contar el dinero de la caja registradora) me faltaban un par de dolares. No me lo podia creer. La supervisora me dijo que no me preocupase y consegui irme pero el taxi no venia asi que tuvimos que volver a llamar. Al fin llegó y el conductor resultó ser un marroquí que llevaba aquí casi toda su vida. No paramos de hablar y el trayecto se me paso volando. Como es de suponer me fui directa a la cama y pronto sonó el despertador para otra jornada mas. Sin embargo el día se me hizo muy ameno. Estábamos hasta los topes y el mantenerme ocupada me entretuvo durante horas. Cuando me quise dar cuenta ya habia terminado pero aun quedaba hacer los deberes y las cuentas de la casa. 
Ayer ya volví a mi ritmo normal. Estuve trabajando en Old Key West y por la noche por fin conseguí cumplir mi promesa de ir al Wendys con Adrien. No os asustéis, que aunque este comiendo mucho dulce, es solo la segunda hamburguesa que como en todo el programa jaja. 
Hoy también ha sido un día bastante normal, excepto que no paraba de pensar en que voy a ver a Alexis por fin esta noche y no hacía otra cosa que contarles mi historia a los guest que me preguntaban a donde me iba de vacaciones cuando me preguntaban porque estaba tan contenta. Nuestra historia empezó hace casi ya hace tres años. Ella es de Nashville y fui la hija de la host family que tuve durante un maravilloso mes allí. Me trataron como a su autentica hija y Alexis y yo nos hicimos muy amigas. Hace dos veranos Alexis vino a visitarme a España y nos fuimos juntas de vacaciones a Puerto Banus además de visitar media España en excursiones. Este ultimo verano volví a verla y estuvimos de voluntarias en un campamento de su iglesia juntas, algunos días en Nashville y unas fantásticas vacaciones en Lake Placid, New York. Pero nuestra historia solo acaba de empezar y a partír de esta misma noche volvemos a las andadas porque… We are going to Daytona!!! See you soon :)
The only people who can change the world are people who want to. And not everybody does
Every great dream begins with a dreamer