12 junio, 2017

A veces merece la pena tomar algunos riesgos

Sin duda podría decir que uno de mis puntos débiles es tomar decisiones. Y cuando finalmente las tomo siempre me pregunto que habría ocurrido si hubiese escogido la otra opción. Desde lo que voy a cenar esta noche, hasta lo que quiero hacer en el futuro con mi carrera profesional. La vida esta hecha de decisiones y si algo me está enseñando este viaje es a tomarlas sin miedo, sin pensar en los resultados o los posibles problemas. Porque como alguien dijo una vez: en la vida solo hay dos clases de problemas; los que se solucionan, y los que no tienen solución, por lo que no merece la pena gastar tu tiempo pensando en ninguno de ellos.

Hace poco tiempo tomé una decisión que cambiaría por completo el rumbo de los próximos meses, y quería compartirla con vosotros para que no os perdáis en mi viaje.

Todo comenzó cuando las cosas se pusieron difíciles con los documentos para mi próximo intercambio en Italia. Había sido aceptada en la LUISS, una universidad privada de negocios en Roma, pero mi coordinadora de la Universidad Rey Juan Carlos no me permitía escoger las asignaturas en las que estaba interesada. Estaba realmente desilusionada y un día me paré a pensar: ¿realmente merecía la pena volver a Europa y ahorrar todo el verano para estar viviendo en Roma estudiando lo que mi coordinadora quería?

Me di cuenta de que no. Así que, ¿por qué no disfrutar un poco más de Sudamérica? Para obtener el visado de Brasil tuve que comprar un vuelo de salida del país y como realmente no sabía cuales serían mis planes compré uno aleatorio a Santa Cruz que pasaba por Lima; eso que me ahorraba. Durante todos mis viajes la gente que he ido conociendo en Brasil me ha recomendado el ir a Perú y a Colombia. Además hacer voluntariado enseñando a niños sin recursos en África o Sudamérica era algo que siempre había querido hacer.

Conclusión: me quedan dos semanas en Brasil, este maravilloso país que me ha enseñado tanto y sobre el que escribiré en el blog dentro de poco. Después tengo un vuelo a Lima, algún viaje en mente y varias ONG´s con las que ya me he puesto en contacto (alguna de ellas con proyectos con tribus en medio de la jungla). Así que allá voy!


Muchos pensaréis que decisiones así siempre llevan riesgos, pero a veces merece la pena tomarlos.-
The only people who can change the world are people who want to. And not everybody does
Every great dream begins with a dreamer