17 septiembre, 2015

Una vida llena de coincidencias

Y es que no me había dado cuenta de que mi vida es una vida de coincidencias hasta que estuve en el College Program. Una detrás de otra, algunas no me las podía creer ni yo, ni a las personas a las que se las contaba. Probablemente una de las mas impresionantes ocurrió ya al final y sin ninguna duda no la podré olvidar.

Pamela, una de mis mejores amigas durante los 7 meses, terminaba su programa el viernes 10 de Julio. Sin embargo, se quedaba mas para aprovechar sus últimos días en los parques, de fiestas y despedidas. El martes 14 fue realmente su ultimo dia, y la primera coincidencia fue que esa misma mañana llegaba Marina, una de mis mejores amigas de la universidad, con lo que no llegaron a conocerse. Pero la historia no termino ahi, ni mucho menos.



La noche siguiente de que Marina llegase pasamos por Vista a coger el autobús y fue entonces cuando me acorde de que me había dicho que ella vivía en el edifcio tres, que me lo señalo y justo era el de Pamela. Aquella noche escribí a Pamela diciéndole que si se acordaba de cual era su numero de apartamento. Y en efecto, me desperté y tuve aquel numero en el mensaje, el mismo que me había dicho Marina, 309. No me lo podía creer pero todo tenia sentido, apartamento de Vista Way, 2 habitaciones, 4 personas, tercer piso...

Decidí ir corriendo hasta Vista Way, despertar a Marina y contárselo pero cuando llegue no parecía haber nadie. Finalmente la roomate me abrió la puerta y le pregunte por Marina. Ella me dijo que no sabia donde estaba, que podía estar en su habitación y que echase un vistazo (al mismo tiempo en el que señalaba la dirección de la habitación que había sido de Pamela durante todo aquel tiempo).  

Entre y comprobé que ya no estaba. 
Todo estaba tan vacío..Ni el colchón de Minions de Pame, ni su cartón con todas sus fotos y tarjetas, ni su mesilla llena de maquillaje.. Entonces salí, pasando por ese sillón en el que había dormido yo tantas noches, después de fiestas, afterparties y noches de chicas y me devolvió todos los recuerdos.

No se si fue una coincidencia, una señal de Dios o el destino, pero fuese lo que fuese gracias. 




The only people who can change the world are people who want to. And not everybody does
Every great dream begins with a dreamer